Tenia ganas de entregarme a esas horas de soledad en que el simple sonido del telefono hace desvariar el corazon. En que los besos intercambiados el dia anterior aparecen una y otra vez en una pantalla imaginaria en tecnicolor y en tres dimensiones. En que la nuca se estremece de nuevo con el simple recuerdo de una mano que la rozo.
Romanticismo con agua de rosas, tal vez. Pero tan , tan Magico!.
Veroniquè.
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